En el pasado pleno se aprobó el Plan de Actuación Municipal (PAM), el documento que recoge las líneas estratégicas en las que basar el trabajo, y los proyectos del equipo de gobierno para los cuatro años de un mandato situado en un contexto económico difícil. Es el resultado de la priorización de las propuestas de los programas electorales de los dos partidos en el gobierno local, PSC e IC-V. Es un instrumento útil que significa rigor, compromiso y transparencia, y flexible para poder abordar las circunstancias que vivimos.
En estos momentos complejos, en los que es necesario el esfuerzo de todos para aportar alternativas, es cuando el PP se instala, también en El Prat, en el desprecio por cualquier propuesta, en la demagogia de ofrecer más por menos y en hacer titulares de prensa sobre iniciativas que ya se están llevando a la práctica como si fuesen novedosas, con el único objetivo de obtener rentabilidad electoral.
Nuestra preocupación fundamental es velar por mantener la cohesión social, la convivencia y los servicios públicos para evitar una fractura social que es terreno abonado para las injusticias y para la consolidación de las diferencias entre personas; y hacerlo con propuestas que permitan afrontar los retos y las consecuencias más graves de la crisis. Una crisis que no debe servir para justificarlo todo, porque siendo necesarios ajustes, éstos no pueden hacerse de manera indiscriminada; los recortes que ahora se aplican suponen afectar la calidad de las prestaciones que recibimos y afecta a los más vulnerables, a los más enfermos y a los que necesitan más ayuda para salir adelante.
En tiempos de incertidumbre, en los que todo se consume y cambia rápidamente, es necesario que utilicemos la inteligencia colectiva y pongamos en valor la responsabilidad.