Acabamos el año con la apertura del Cèntric y empezamos el nuevo año con la puesta en marcha de La Blaveta, la tercera guardería que ponemos en funcionamiento en los dos últimos mandatos, en realidad las únicas municipales del período democrático.
Estamos ocupados, desde el gobierno municipal, en poder facilitar recursos que signifiquen muevas oportunidades para avanzar socialmente en una ciudad cohesionada, con personas que dispongan de una red de servicios que les ayude a satisfacer sus necesidades, que facilite el progreso personal y el comunitario, y que fortalezca el compromiso ciudadano para garantizar que la CONVIVENCIA continua siendo el eje vertebrador del desarrollo de nuestra ciudad.
Vivimos en una ciudad cada vez más compleja y diversa, un mosaico de nuevas realidades que exige nuevas formas de abordarlas para tomar de nuevo impulso. Vivimos un momento en el que unos se presentan como los eternos representantes de la ciudad treinta años después, y otros preconizan el progreso individual de los que puedan, porque tengan medios, y se dedican a hacer grandes los pequeños problemas del día a día o a crearlos donde no los hay, generando tensión y sometiendo a los ciudadanos a situaciones de inquietud con el único objetivo de obtener rentabilidad electoral y sin proyecto real para la ciudad.
Mientras nosotros optamos por trabajar por un modelo de ciudad que va más allá de las transformaciones urbanísticas; una ciudad solidaria y educadora en valores en la que las necesidades ciudadanas de más prestaciones sociales, más acceso a la educación, a la práctica deportiva, a la cultura, de más seguridad en los espacios públicos sea la prioridad de las políticas municipales.